¿Habéis intentado ir al campo a pintar con el ordenador? Ya, ya sé que suena absurdo, sería más fácil coger una libreta y un HB, pero imagínatelo de verdad: coge tu portátil, la tableta digital, los cables y el lápiz stylus… Te lo llevas todo al campo (o a dónde sea) a pintar al “natural”, apoyas el equipo en la hierba, la tableta digital sobre tus piernas y …¿voìla? Como decía, es absurdo. Es en este momento como ilustrador/a digital dónde te das cuenta de una cosa muy importante: tu ordenador es un ancla.
Sería genial que ese equipo fuese como las lentejas de mamá, una cosa rica y nutritiva que puedes poner en un tupper y comértelo donde quieras. Pero me temo que, si quieres emplear la técnica digital allá donde vayas, necesitarás meter una manzana en tu cesta para cuando te entre el hambre. Y sí, cuando digo manzana me refiero al iPad.